
El veneno que recorría mis venas
llegó al corazón.
Esperaba caos,
Esperaba caos,
tormento,
desesperación...
Sin embargo,
sólo siento tranquilidad.
Como si hubiese aniquilado
mis sentimientos
mis sentimientos
mis esperanzas,
mis ilusiones...
Como si de tanto llorar
mi alma haya decidido descansar,
o haya caído extenuada.
Como si el veneno
me durmiera los sentimientos.
Ya no voy a enfadarme,
aunque sea imposible no echar de menos,
aunque sea imposible no echar de menos,
aunque sea el único que lo haga,
aunque sea el único que lo sienta,
aunque sea yo quien le de fin.
Lloraré por dentro,
por fuera
fingiré que fue el destino...