La luna
cortada a la mitad
iluminaba lo que quedaba de noche...
Insomnio treintañero,
la nueva mayoría de edad
de nuestros tiempos...
Pero es verdad,
no puedo dormir
y los nervios florecen
con apenas un café
de los millones que antes
acompañaban mis días...
Será que se encendió
el reloj que marca la cuenta atrás,
será un día tras otro,
será el líquido amniótico
será la niebla
que confundo con nubes...
Lamerse las heridas
que no dejan de sangrar,
acostumbrarse al sabor
amargo y salado
de pequeñas dosis de vida
que me envía mi cuerpo
desde los ojos...
Distorsión de una realidad
que nos rodea
y que no sé si alguna vez fue nuestra.
No existe distancia,
existieron momentos.
No existe olvido
sólo recuerdos
que se encargan de endulzarlo todo,
o agriarlo si hace falta...
Ganas de charlar,
de disfrutar
compartiendo este tiempo
que se nos escapa entre los dedos.
Don´t you know?
Only dust in a summer rain.
