Decide por mí

Como si alguien
apagase la luz,
se me apagan
mis pensamientos,
mis ideas,
mi inspiración.

Y navego en un barco
sobre la nada,
tirando todo por la borda
sin saber por qué,
sin saber quién soy.

Sólo me encuentro,
en el desencuentro
de mi vida y la realidad.

Pienso en hacer las cosas bien,
pero... ya no sé cómo,
ya no sé cuales son.

Dudo
entre saltar por la borda
o coger el timón.
No decido
y espero que alguien me salve,
quizás un iceberg,
que me lleve junto mis cosas,
que decida por mi...

Cuéntame quién soy

Dime,

mientras buscamos el momento

para volvernos a encontrar.

Susurrame al oído

todos los momentos

que dejamos escapar.

Explícame

por qué desde hace tiempo

las nubes tienen forma de nubes.

Cuéntame

quién soy

y quien dejé de ser.

Ya te lo dije,

he dejado de soñar.

No duermo hasta caer rendido

y me levanto con la primera luz.

Acaricio los segundos

que me cierran los ojos.

¿Dónde estás?

susurra la oscuridad

¿Dónde estás?

Me pregunto

cada vez que abro los ojos

y mi cama vacia

no sabe la respuesta.

El último suspiro de mi alma

sonó como un grito

sin voz,

sin eco,

sin ti...

No debería haber escrito,

quizás hoy,

quizás nunca.

Barco de papel

Siempre que te tengo cerca,

todas las ocasiones,

siempre terminan de la misma manera.
Me acerco para abrazarte

y desaparece tu silueta de humo entre mis brazos,

entre mis dedos,

apenas un atisbo de perfume

creo respirar,

pero quizás, tan irreal como tú,

como tú presencia,

como tú silueta,

como mi vida sin ti.

Siempre me despiertan

unas lágrimas que no son mías,

unos sueños que no son mios,

una vida sin vivir...

Me dice la razón

todos los días de mi vida,

me dice la razón

antes de que mis sentimientos

vuelvan a contarme la misma historia,

una y otra vez,

en sueños...

Ni tormenta

ni paz tras la tormenta,

ataraxia permanente.

Cojo mis recuerdos
los meto en mi barco de papel

y dejo que se hundan en el mar del olvido