martes, 30 de marzo de 2010

Desde el abismo del primer sueño perdido


Estoy cansado de equivocarme,
estoy cansado de vomitar
y vomitar
y volver a vomitar
fracaso tras fracaso.

Estoy cansado de despertar de mis sueños,
estoy cansado de mentirme,
una y otra vez,
con otro sueño irreal.

Estoy cansado,
simplemente cansado.

Cansado de escribir,
cansado de no encontrar respuesta.
Cansado de esperar a que pase una estrella fugaz a la que agarrarme hasta que se oculte su luz.

Un instante,
apenas un momento,
en el que pensar un deseo
que ni siquiera sé cuál es.

Me escondo tras mi sombra,
hasta perder el recuerdo de mi mismo.
Espero un nuevo atardecer
con un lágrima esperando para saltar al abismo
desde un ojo que se cierra para intentar volver a soñar,
en vano, sin intención, sin finalidad, sin esencia...
Desde el abismo del primer sueño perdido.

lunes, 29 de marzo de 2010

Para, quizás, nunca dejar de caer


Estoy vacío,
vacío de sueños,
vacío de sentimientos,
vacío de cosas que contar,
completamente vacío.

Vacío en mi interior,
el pozo más hondo y oscuro
que jamás intente explorar.

Navego por las incoherencias
que provoca la espesa negrura de mi interior,
navego entre ausencias de mi mismo,
navego por el camino erróneo
que con tanto ahínco construí.

Paseo por las melodramáticas melodías de mis recuerdos,
paseo por la incongruencias de mis actos,
paseo por el olvido de mi mismo, una y otra vez.

Me desvanezco dentro de mi,
en el abismo de mi propio precipicio,
a punto de saltar
para, quizás no volver,
para, quizás, nunca dejar de caer...

miércoles, 24 de marzo de 2010

3 segundos de inconsciencia


Acariciando el sonido del piano encerrado en el desván de mis recuerdos,
acariciando los segundos que no me llevan a ningún sitio,
que me dejan siempre en el mismo lugar.
Acariciando cada momento que dejé escapar,
cada mirada inútil,
cada palabra sin decir,
cada mentira que no consiguió hacerse verdad.

Me deslizo entre aquellos pensamientos imberbes
que conseguían hacerme soñar,
aunque quizás sólo me mentían,
quizás, todavía no sabían que me mentían.
Quizás no me mentían,
aunque con estas palabras sólo consiga volverme a mentir.


Queda,
que poco queda.
Sólo quedan las ganas de llorar...

Tos improductiva,
dolor de cabeza,
esencias de una mezcla por llegar.

No puedo recordar,
me lo prohibí hace tiempo,
no recuerdo el motivo,
no recuerdo nada.
Ni la esencia de mis sueños,
ni cuales eran,
ni cuando desperté,
ni por que los olvidé.

Dónde estás?
Hace tiempo que te buco,
siempre en el mismo sitio,
siempre no estás,
siempre duermo
con la amarga sonrisa
de un nuevo amanecer sin ti.

miércoles, 10 de marzo de 2010

El infinito es solo un instante




El infinito es sólo un instante
en el que aciertas o te equivocas.

Y mi, vida últimamente,
es como un hielo en mis manos
que se derrite
y se cuela entre mis dedos
sin que encuentre solución para evitarlo.

Pierdo la cordura por instantes,
pierdo el sentido de la existencia por momentos,
pierdo el sentido de mis sueños ultimamente,
pierdo el tren de una vida que iba en autobús...

Me pregunto por qué me escondo
y por qué voy a cifrar estas palabras.

Me pregunto si mi vida es cómo estas lineas,
cifradas, sin sentido, bajo la llave de mi confusión...

Busco el cántaro
que fue a a la fuente,
quizás soy yo,
quizás fuiste tú...