martes, 14 de diciembre de 2010

En mi interior



Últimamente
dejo que la gente que me conoce
me arranque la piel a tiras.

Todos se sorprenden al ver bajo mi piel,
y claman:

-Quién coño eres tú?
-No lo sé, respondo.
Dimelo tú,
dime que estás viendo en mi interior.

sábado, 4 de diciembre de 2010

demasiado peligroso


Desdibujo las líneas de mi mano sin solución,
deshojo los pétalos de mi corazón,
busco pero no encuentro
la mitad de lo que deberían significar estas palabras...

Golpeo las teclas con rabia
esperando la conexión con el interior de mi alma,
con el ardor,
con el escozor que me corroe por dentro...

... un poco de agua
que alivie mi dolor...
...un poco de cordura
que ilumine la desilusión
de otro día cualquiera....

Realmente ahora sí escribo al son de la música,
me atormenta, me exaspera, hace que se retuerza todo mi interior,
satisface mi ansia de sentir algo que no sea el escozor de mi alma...

Cambio la canción y mis manos se relajan,
aunque no los latidos de mi corazón.

Quién dijo qué y cuándo,
lloro de rabia por no saber ser yo,
no se lo digas a nadie,
o mejor no lo creas,
estás palabras son siempre ficción...

Me dijeron que estabas en el vagón del olvido
y no lo creí,
fui a buscarte y te encontré allí,
te extendí la mano
la agarraste y viniste conmigo,
charlamos un rato
hasta que llegó otro tren,
nos dijimos adiós a través de la ventana,
mientras te alejabas en el vagón del dolor,
ahí estás bien,
para que dejar que cicatrice
la única herida que algo me enseñó...

Saldré un momento hacia la oscuridad de la noche,
hoy es de madrugada
pero lo necesito,
necesito sentir el frio de la noche
y volver a mi habitación
y que el calor la cama
me deje dormir hasta mañana,
soñar, quizás, es pedir demasiado,
soñar es, quizás, demasiado peligroso...

viernes, 3 de diciembre de 2010

Anatomia de una sombra




Las adulaciones encogen mis dedos,
y, desafortunadamente, no suelen acertar...
Apenas soy una sombra
que deambula por el mundo
arrastrando los pies,
para que no se aprecie la huella,
para que no se sepa de quién es...

Soy... como...

Ese crucigrama sin acabar,
esa historia sin final,
ese error que convertía el problema
en un ecuación sin solución...

El pentágrama sin música,
o más bien, el pentágrama
de una canción mil veces repetida en el tiempo.

No puedo olvidar equivocarme
al menos una vez al día.
No puedo evitar dejar de ser yo,
o quizás simplemente imaginarme
que no soy como veo que soy,
autoengañarme cada tres minutos,
agachando la historia de mi vida en un trama sin final.

Ni frascos ni poemas,
ni príncipe que luche contra el dragón,
ni enigma que resolver...

Mediocridad abundante,
apenas un atisbo
de querer llegar a dónde nunca me dejaré llegar.

Estoy cansado,
pensé que quizás hoy dormiría antes de la madrugada.
Cerraré los ojos y olvidaré lo aquí escrito.
Pronto volveré a escribir,
para terminar de olvidarlas....