martes, 27 de octubre de 2009

El eco de mis pasos


Suspiro
mientras el frío viento
corta mis labios,
y mis pensamientos
mi reflejo
en un charco de la calle.

Pienso por el camino,
me abrocho la chaqueta
y me paro debajo de una farola,
pensando que algún día puedo ser el actor principal.
Sin saber por qué,
me disgusta la idea
y me aporto bruscamente de la luz.
A partir de ese momento
evité todas las farolas,
toda luz artificial de la noche,
pasee por la oscuridad de la calle,
acompañado únicamente por el eco de mis pasos,
por el ruido de los charcos al sumergir mis pies
y por una inconmensurable luna
que desaparecía a ratos entre las nubes.

Busqué el charco más hondo,
no lo era mucho,
vi dentro de él
y contenía las nubes de una fría noche de invierno
ocultando una preciosa luna,
salte dentro con los ojos cerrados,
abrí los ojos,
no estaba dentro del charco,
pero sí encima con mis pies mojados.
Volví a mi sitio inicial
enfrente del charco
y esperé a que se tranquilizasen
las aguas.
Volví a ver las nubes
y un pedazo de luna,
metí mi mano en el bolsillo
y saqué la cartera,
cogí la moneda más grande que tenía
y guardé la cartera,
cerré los ojos
y pedí un deseo
mientras la moneda se sumergía en el charco.
Rodeé el charco
y puse rumbo a mi casa,
antes de que saliese de la calle
un adolescente se agachaba delante del charco,
cogía la moneda y sonreía.
Ojalá fuese tan fácil siempre
hacer feliz a la gente, pensé.
Giré en la primera bocacalle
y desaparecí en la oscuridad,
el eco de mis pasos
me acompañó a casa...

domingo, 25 de octubre de 2009

Por un instante




Olvídate del pasado,
de las palabras nunca dichas.
Olvidade del devenir,
de lo que aun tienes que decir.
Sé tu por un momento,
por un instante.

Caminaba bajo la lluvia,
bajo un paraguas transparente,
las gotas resbalaban por el paraguas
antes de llegar a mi,
antes de su fin,
antes de liberar las lágrimas de mi alma.

Me acerco a la playa,
no hace frío,
dejo el paraguas en casa,
las gotas, hay quien las llama lágrimas,
resbalan por todo mi cuerpo,
paseo cerca del mar,
el viento,
la lluvia,
dejo volar todos mis pensamientos por un momento,
por un instante,
me descalzo,
no hace frió,
camino sobre la arena,
me adentro en el mar,
dulzura,
suavidad,
olor a sal.
Camino,
camino bajo el agua,
camino bajo las nubes,
camino, simplemente camino,
buceo, nado,
el silencio del mar.

No hace frío,
salgo del mar,
simplemente no tenía paraguas,
piensa la gente,
simplemente paseaba bajo el mar.

-Suspiro-,
ayudame a volar,
me dijo el aliento.

Sueña,
se tú mismo por un momento,
se repetía en una cabeza que ya no era mía.
Se tú por un momento, se tú por un instante,
se tú, se tú, se tú...

Una lágrima suicida
resbala por mi mejilla,
se desprende de mi cara
y grita mientras cae al vacío:
- Soy yo, soy yo!!!
por un momento,
por un instante, soy yo!!

Cae en un charco
y cree ser feliz,
soy yo,
soy uno más.
Soy el pequeño desliz
de una noche de verano,
sin luna,
sin sol,
sin estrellas,
sin ti...

Dime quién soy
y quién fui.
Dime el por qué de estas palabras,
dime,
simplemente dime,
por qué:
"no hay espejo más real,
que una gota cayendo al mar".

Dime,
simplemente dime,
mientras caigo al vacío
y me ahogo en le mar...

viernes, 23 de octubre de 2009

ACERCATE SOLO UN INSTANTE


Acercate al abismo de mi corazón,
acercate sólo un instante
para comprobar que todo es mentira,
desde lo más simple
a lo más profundo.
Desde todas tus esperanzas
a todas mis expectativas.
Fúndete conmigo
y seamos solo uno.
Uno solo en el devenir mundano,
uno solo
en la eternidad de los momentos.
uno solo,
simplemente uno solo.

Acercate un instante
para después alejarnos toda la eternidad.
Un roce,
un simple roce,
llegará para sumergir todas las expectativas
en una tormenta de verano.
Abramos la caja de pandora
y dejemos volar los secretos,
para qué los queremos
si ya no son nuestros.
Ya no nos pertenecen,
son el pasado
de un pensamiento
que nunca se hizo realidad.

Acercarte sólo un instante
a la ventana de mi alma,
solo un instante
para conseguir atisbar en la oscuridad,
en la profunda oscuridad,
la parte que nunca existió en mi.

No hay duda,
no hay certeza,
los momentos se consumen
mientras golpeo las teclas atropelladamente.
no hay principio
ni fin.
Dame un instante,
solo un instante,
para hacerte sonreír
antes de desaparecer,
antes de diluirme
en esos pensamientos
que nunca fui,
fueron,
serán...

lunes, 12 de octubre de 2009

Aquí estoy, siempre...


Estuve paseando por la oscuridad de la noche,
no esperaba nada,
sólo la tranquilidad de no hablar con Nadie,
el frescor del viento,
y el olor del mar.
No esperaba nada ni a Nadie,
incluso me desharía de mi propia compañía si fuese posible,
pero es imposible estar solo cuando uno mismo se pone impertinente.

Soledad,
oscuridad,
olor a sal
y no alcanzar a ver nada más que el negro de la noche.
Tropecé cien veces,
como si fuese un ejemplo de mi vida
cometiendo mil errores.
Pero conseguí,
después de mucho esfuerzo,
escuchar al silencio.
Ya no reconocía su voz
ni sus consejos.
Me habló con la tranquilidad del que tiene toda la eternidad para no contarte nada,
y cuando me susurró las palabras más importantes
el viento las alejó
hacía unas nubes inexistentes
que formaron esas palabras
acariciadas por la tenue luz
de una luna que no confiaba en la solución.
La luna, con forma de sonrisa,
jugaba con una estrella a forma de lunar
como estrella de cine archiconocida.
Estas muy bella le comenté,
y al hacerla sonreír conseguí atisbar aquellas palabras formadas por nubes que nunca existieron, y en ellas se leía: "-No hay espejo más real, que el sueño de una gota cayendo en el mar"
No sé que significa, cosas de nubes pensé, quién conoce mejor a las gotas que las nubes.
Abro los ojos sin saber donde me voy a despertar,
aquí no, aquí no, pienso.
Pero, siempre, aquí estoy...