Estuve paseando por la oscuridad de la noche,
no esperaba nada,
sólo la tranquilidad de no hablar con Nadie,
el frescor del viento,
y el olor del mar.
No esperaba nada ni a Nadie,
incluso me desharía de mi propia compañía si fuese posible,
pero es imposible estar solo cuando uno mismo se pone impertinente.
Soledad,
oscuridad,
olor a sal
y no alcanzar a ver nada más que el negro de la noche.
Tropecé cien veces,
como si fuese un ejemplo de mi vida
cometiendo mil errores.
Pero conseguí,
después de mucho esfuerzo,
escuchar al silencio.
Ya no reconocía su voz
ni sus consejos.
Me habló con la tranquilidad del que tiene toda la eternidad para no contarte nada,
y cuando me susurró las palabras más importantes
el viento las alejó
hacía unas nubes inexistentes
que formaron esas palabras
acariciadas por la tenue luz
de una luna que no confiaba en la solución.
La luna, con forma de sonrisa,
jugaba con una estrella a forma de lunar
como estrella de cine archiconocida.
Estas muy bella le comenté,
y al hacerla sonreír conseguí atisbar aquellas palabras formadas por nubes que nunca existieron, y en ellas se leía: "-No hay espejo más real, que el sueño de una gota cayendo en el mar"
No sé que significa, cosas de nubes pensé, quién conoce mejor a las gotas que las nubes.
No sé que significa, cosas de nubes pensé, quién conoce mejor a las gotas que las nubes.
Abro los ojos sin saber donde me voy a despertar,
aquí no, aquí no, pienso.
Pero, siempre, aquí estoy...
Es precioso nadie. Precioso como ser capaz de conectar con el mundo, con esa belleza que nos rodea y que en silencio nos habla…a los que queremos, sabemos, necesitamos…escucharla. Me da tanta tranquilidad imaginarte así, y cómo mi imaginación podría imaginarte?…sino es solo en parte, imaginarme parte de ese sentimiento, de esas sensaciones tan conocidas para mi. Calma y nada aunque sea solo un momento.
ResponderEliminarSabré que si algún día le hablo a la luna, a las estrellas… tal vez a la vez haya alguien al otro lado, con otra voz que pudiera ser la misma, la voz insonora de lo más interno, la que entienden las estrellas …y de ahí seguro que con lagrimas en los ojos esbozaré una sonrisa.
Gracias por estar ahí, escribir de vez en cuando y acercarte a esa parte de mí…que existe, que está ahí, que a veces parece invisible o no existir, pues nadie o solo yo la veo y la entiendo.
Tan cercanos aquí… o conectando a través de la luna… como tan desconocidos , distantes y extraños si algún día cruzásemos nuestros pasos a menos de un centímetro.
Aquí estamos.
leerte es un placer...Gracias por este refugio nadie.
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