domingo, 10 de julio de 2011

estos días sin mi y sin ti


Mis ojos me impiden sentarme delante del ordenador,
rojos como si llorase por dentro,
sangre de mi sangre...

Día 1
Soy como un cubito de hielo,
me sacan del congelador
y me derrito.
Me sacan de mi sitio
y desaparezco...
Desaparezco
en un café con hielo,
en un cubata,
en un licor café
o simplemente
en la cubitera
fuera del congelador...
Soy un cubito de hielo
sólo puedo sobrevivir
en el congelador.
Sí mi quitas de ahí
cumplo mi función
y desaparezco...
Sin más y sin menos
un cubito de hielo
en un mar de lágrimas (de azabache).

Día 2
Sé preguntan
y me pregunto
cuál será el destino de mis pasos,
de mis anhelos,
de mis sueños,
de mi vida...
Abocado a un fracaso intermitente
y aun éxito inexistente.
Al acecho de una oportunidad
que ya superó su fecha de caducidad...

Cambio de perspectiva,
el último aliento.
Sentado en el tejado
observando el infinito,
reinventando el pasado,
esos que algunos llaman
"recordar"...

Día 3
Ya no dormí bien,
cada dos por tres me despertaba
con la sensación de quien llega tarde.
Me levanté más temprano de lo normal,
mi corazón palpitaba con fuerza
y no dejó de hacerlo hasta ahora
Nervios sin saber por qué
y una sensación extraña.
Mi figura desaliñada,
mi pelo más largo que de costumbre,
mi barba cubre mi cara,
en el medio mis ojos,
tristes me dice la gente,
pero no sé por qué...
Me come por dentro un nerviosismo extremo,
será que llego tarde,
será que aun no llegué
a dónde están todos esperando.
Será
que
no sé a donde tengo que ir,
pero allí
ya me están esperando...
hace tiempo,
quizás
ya
demasiado tarde....

Para ti
para mí
para todos los que me esperan
dónde no sé
si sabré llegar...

1 comentario:

  1. Me dejo engañar, soy vulnerable, a veces me conformo, soy inestable e inconstante. No me gusta lo que hago, trato de mentirme para no llorar, de momento me funciona...

    Últimamente recuerdo todo lo que sueño...me asusto, me angustio, qué me quieren decir todas esas imágenes desordenadas?

    Me enfrento a los miedos creyéndome una heroína, analizo al enemigo, organizo la batalla, lucho con energía, incluso consigo rescatar al Sombrerero Loco que atrapado en el castillo de la derrota, vivía sólo, hablaba con fantasmas y lloraba al recordar que jamás podría volver a soñar. Me lo llevo conmigo, lo hago reír, le enseño que se puede ser feliz sin soñar, pero él no me cree, lo noto en su mirada, echa de menos a sus fantasmas, ya no sabe vivir lejos de su castillo...Volamos juntos unos instantes para al final, dejar de volar...Me alejo, lo dejo en el lugar del que nunca debí rescatarlo. Yo no sirvo para ser heroína, siempre me equivoco...no distingo al enemigo, ni al que anhela ser liberado, no se organizar batallas y mi manera de luchar no es enfrentarme es huír...sola, a otro lugar, para creerme de nuevo heroína y empezar otra vez la búsqueda del sombrerero loco al que rescatar...
    La mente me ayudada a mentirme, para no llorar, para no recordar que aquél al que busco habita en otro lugar al que jamás regresaré...


    Me gusta la gente que me inspira, me gusta pensar que este sentimiento no es transitorio, pero tampoco dejo de repetirme que no puedo esperar que sea eterno.

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