Llega agosto
y el calor lo impregna todo...
Llega agosto
y parece que ya acecha septiembre...
Llega agosto
y el terreno que hay
entre nosotros
aumenta inexorablemente...
Llega agosto
y sigo madrugando
para verte salir,
alejarte,
hasta que vuelve amanecer...
Llega agosto,
las palabras se vuelven toscas,
los ojos se humedecen,
sin razón aparente.
Destruyo todo pensamiento
y salgo a correr...
Llega agosto
y no toca volver a vernos...
Ocurrirá,
porque el tiempo
y el espacio son caprichosos...
Y puede que, en ese momento,
se hagan latentes
las mentiras que nos cuentan,
una y otra vez,
nuestros recuerdos...
Esperando septiembre…
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