Octubre,
intenta no tocar las heridas
que hoy me duelen demasiado.
Mañana cuando estén mejor
las acariciamos juntos un rato
para no olvidar.
Hoy quiero transitar
entre las sombras
sin que nadie pueda verme,
hablarme, susurrarme.
Hoy quiero desaparecer
un pequeño instante.
Mañana gritaremos
estos versos al aire,
en la orilla de siempre,
para que el viento y la lluvia
los destruya.
Apretaremos la piedra,
que siempre se hunde,
hasta hacerla arena.
Soplar, volar, correr,
arena en lo ojos,
olvidar, sonreír,
volver a correr
mientras el eco
de las palabras
desaparecen en el horizonte.
Hoy, mañana y siempre.
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