Me adentro en la niebla
y desaparezco sin querer.
Una silueta que se difumina
con el paso del tiempo,
de la ausencia,
de la distancia.
Una silueta que desaparece en la niebla...
Buscando en tus recuerdos
aun se pueden ver mis últimas huellas
que se difuminan en charcos
de recuerdos convertidos en lágrimas...
Me la dedico porque quiero, porque me ayuda a mantenerme viva, porque me ayuda a seguir soñando...
ResponderEliminarQue magia, querido Nadie, la de las palabras, que sin querer, aparecen en el momento adecuado para recordarme todo y nada, para hacerme sentir acompañada en el arduo caminar de los errantes.
Volveré pronto.
"Durante el camino, el miedo y la duda rivalizan con el deseo. Jamás hubiera creído que es tan complicado mantener a nuestro lado a la persona que más queremos y deseamos en el mundo".
ResponderEliminar¿Tanto dolor sientes? ¿Tanto daño le han hecho a tu viejo reloj-corazón?
Siempre vuelvo a mi refugio de cálidas palabras en un intento de abandonar la emociones que me cogen en cada ola de tus suspiros.
ResponderEliminarTe busco, te añoro y espero en mi rincón a que sea la hora de vestirme de Nadie.
Ausencia de coherencia, ¡esto es lo que me provocas!
Vuelve y no nos dejes morir de inanición.
Tu fiel admiradora.