martes, 23 de noviembre de 2010

jamás porque nunca


Desapareces
como el humo de mis pensamientos escondidos,
Desapareces,
como los sueños sin cumplir que se van quedando atrás.

Desapareces, igual que yo.
Desaparezco,
igual que el olvido,
igual que la eternidad en los sentimientos.
Igual que las mentiras de los recuerdos.

Dime melancolía
Cómo puedo olvidarme de ti?
Dime corazón
Cómo puedo dejar de escucharte,
cómo puedo dejar de sentir,
cómo puedo ser sin ti.

Nunca toco la tecla adecuada,
nunca olvido,
y nunca acierto con el recuerdo.

decía un canción que...
Jamás te recuerdo,
porque nunca te olvido...

3 comentarios:

  1. (Antes de nada, disculpa la osadía de invadir tu espacio, con otra divagación que nada tiene que ver con tu entrada...o quizás si)

    Desdibujo tu recuerdo y lo perfilo de nuevo...siempre has sido mi extraña fuente de inspiración, tal vez por tu sonrisa inaccesible, quizás por lanzar constantes preguntas al viento que frustradamente trato de responder desde la otra orilla, aunque sepa que no hay respuesta determinada...Cada día eres otro: el que ayer amó, el que hoy lloró, el que siempre sueñas...

    Para mi, hoy, dejas de ser el rostro frágil que habita en la quimera de los contradictorios, para convertirte en el protagonista de este cuento, ya contenido en otro perfume, con el que ayer soñé...

    Erase una vez un solitario poeta, melancólico y misterioso, como todos los ilusionistas de sueños. Erase una vez embaucador de sentimientos al que le gustaba jugar al ajedrez y encerrar poemas en frascos de cristal. Cuidadosamente elegía el color que la identificaba...en el naranja introdujo aquel poema que le recordaba a ella impregnado del aroma imaginado que le evocaba su ausencia...En el más hermoso de todos ellos tan solo la palabra equivocación, no quería expresar que había significado, suspiraba al cerrarlo, tan solo quería olvidar...Buscaba ahora sitio para las demás, ya sin tanto mimo, pues aunque habían sido mujeres bellas a las que había robado su tiempo para poder sonreír y vivir, no habían dejado en su memoria más que alguna palabra de amor que algún día le dedicó...Sus ojos, tras cerrar para siempre los anteriores, se detienen en el perfume rojo, no está vacío, contiene un poema, quizás el más largo de la colección, no te atreves a cerrarlo, no? se pregunta. Será esa la reina de su tablero de ajedrez, donde en cada casilla ha depositado un poema y un recuerdo...

    ¿quién te ha querido más? ¿quién se ha creído la ilusión de estar jugando una partida verdadera? ¿quién te ha conocido de verdad? ¿ por qué sigues encerrando poemas en frascos de cristal?

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  2. tus palabras retumban en mi interior, profundas y con fuerza, sentidas. Conmociona.

    Anonimo, me ha encantado tu comentario.

    fdo. pasaxeira

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  3. Allí donde nadie me encuentre, allí en ese lugar oscuro donde las palabras se leen y nunca son dichas, donde mi mente encuentra comprensión.
    Allí, allí siempre volveré, siempre te encontraré.

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